En 1901 unos pescadores griegos de esponjas, debido a una tormenta, desviaron su ruta llegando a la pequeña isla de Antiquitera, situada entre el Peloponeso y Creta. Una vez pasada la tormenta se sumergieron, encontrando a 61 metros de profundidad los restos de un naufragio de un barco romano el cual había naufrago alrededor del 65 a.C. Una vez comunicado el hallazgo, los arqueólogos obtuvieron de dicho barco esculturas, ánforas... y con esos restos apareció un artefacto de madera y bronce que parecia tener engranajes. Estábamos ante uno de los primeros mecanismos de engranajes conocido, pero a todas luces su utilidad era desconocida.
El mecanismo contine unos 30 engranajes de bronce de gran precisión dentro de una carcasa de madera cubierta de inscripciones. Debido a la fragmentación de los restos del mecanismo, fue difícil esclarecer para qué servía.
Posteriormente, en unos estudios realizados por Derek Price, historiador de la Universidad de Yale, se observa que dicho el dispositivo fue una calculadora de posiciones astronómica capaz de predecir las posiciones del Sol y de la Luna en el zodíaco, aunque estudios posteriores sugieren que el dispositivo tenía muchas más funciones.
Dicho mecanismos está basado en engranajes diferenciales, cuestión ésta sorprendente ya que el descubrimiento de los mismos es entorno al S.XVI
Posteriormente, especialistas del Museo de Ciencia de Londres han encontrado pruebas que reproducía el movimiento del Sol y la Luna basándose en el modelo epicíclico de Hiparco, mientras que algunos planetas, emplean el modelo elíptico de Apolonio de Perga. El resto de planetas conocidos en la época (Marte, Júpiter y Saturno) no están descritos ya que se cree, que la parte incompleta es la que representaba a éstos, prediciendo con un grado más que aceptable.Todo ello, se cree que serviría para fijar en los calendarios los necesarios tiempos agrícolas y festejos religiosos, también serviría para predecir eclipses lunares y solares sobre la base de los ciclos de progresión aritméticos babilónicos.Según los científicos, esta herramienta es técnicamente más compleja que cualquiera de los dispositivos existentes durante al menos 1.000 años después.
El mecanismo contine unos 30 engranajes de bronce de gran precisión dentro de una carcasa de madera cubierta de inscripciones. Debido a la fragmentación de los restos del mecanismo, fue difícil esclarecer para qué servía.
Posteriormente, en unos estudios realizados por Derek Price, historiador de la Universidad de Yale, se observa que dicho el dispositivo fue una calculadora de posiciones astronómica capaz de predecir las posiciones del Sol y de la Luna en el zodíaco, aunque estudios posteriores sugieren que el dispositivo tenía muchas más funciones.
Dicho mecanismos está basado en engranajes diferenciales, cuestión ésta sorprendente ya que el descubrimiento de los mismos es entorno al S.XVI
Posteriormente, especialistas del Museo de Ciencia de Londres han encontrado pruebas que reproducía el movimiento del Sol y la Luna basándose en el modelo epicíclico de Hiparco, mientras que algunos planetas, emplean el modelo elíptico de Apolonio de Perga. El resto de planetas conocidos en la época (Marte, Júpiter y Saturno) no están descritos ya que se cree, que la parte incompleta es la que representaba a éstos, prediciendo con un grado más que aceptable.Todo ello, se cree que serviría para fijar en los calendarios los necesarios tiempos agrícolas y festejos religiosos, también serviría para predecir eclipses lunares y solares sobre la base de los ciclos de progresión aritméticos babilónicos.Según los científicos, esta herramienta es técnicamente más compleja que cualquiera de los dispositivos existentes durante al menos 1.000 años después.
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